Reflexiones / PARTIDOS POLÍTICOS

Reflexión del Partido Revolucionario Institucional, respecto al Proceso Electoral local celebrado el día 2 de julio de 2006, para la renovación del H. Congreso del Estado y los 51 Ayuntamientos.

La libertad de las instituciones propicia el estado de derecho, en la medida en que estas se fortalezcan, la democracia y la República podrán coexistir en el tiempo, incluso en su historia.

Nuevo León, como parte integrante de nuestra República, no es ajeno a los acontecimientos inéditos de la vida política nacional; las elecciones del 2006, dan fe de las dificultades de nuestra joven democracia cuyas instituciones aún no se consolidan; no obstante lo anterior, Nuevo León aún conserva, a diferencia de la República, la posibilidad de consolidar y fortalecer los valores morales de nuestra sociedad, a través de sus Instituciones.

El fortalecimiento de las Instituciones, no está dirigido a la relación que pueda guardar el gobierno con los Organismos que vigilan y validan una elección, sino también con los partidos políticos, Instituciones activas de la democracia, en quienes recae la responsabilidad mediática del resultado electoral; por eso, nuestro Estado, a diferencia de México, debe intentar de manera decidida crear el ambiente necesario para que los partidos políticos se vuelvan una característica de la vida democrática en la sociedad.

La inclusión de la ciudadanía en la toma de decisiones no es algo ajeno al nacimiento de las Repúblicas, de hecho, la palabra y opinión de los ciudadanos de la antigua grecia fue la que logró la creación de la misma y evitó en gran medida que ese País cayera en manos de la barbarie, brindando a su pueblo esperanza. En Nuevo León, podemos observar como las Instituciones que participan en la vida electoral se alejan en la medida en que los procesos concluyen y sólo regresan para fascinar con demagogia a los ciudadanos, aunque estos hayan estado totalmente alejados y ajenos a ellos, para conseguir la rentabilidad del voto.

A salvo quedan en la elección del año 2006, la Comisión Estatal Electoral y el Tribunal Electoral en el Estado, no así los partidos políticos que participaron, porque no hay consecuencia ideológica de su triunfo y la población no ha logrado distinguir en la alternancia del poder, que genera un beneficio que garantiza una vida mejor y, una política de beneficencia; al parecer, el discurso político solo persuade la tragedia en la que vivimos y no genera virtud (vivir mejor).

Por eso, el voto ha sido sustituido por los sondeos de opinión y no por la integración de la sociedad en la toma de decisiones, que en el corto plazo, generan certidumbre y confianza en la gente, por el contrario, el poder se busca a través de medios masivos cuyas armas, lo mediático, son distintas a las de las Instituciones, lo reflexivo. En esto estriba, entre otras cosas, la consolidación de la democracia en Nuevo León, en que los Organismos creados para garantizar las elecciones influyan y obliguen a todos los actores participantes en las elecciones, incluyendo a la población, a participar con reflexión ideológica de lo que el Estado quiere para su futuro.

De no hacerlo así, se caerá como en nuestra República en una descomposición social y su destrucción correspondiente, producto del debilitamiento de las instituciones; la desbandada moral acelera su proceso de manera inexorable.

Por eso es común, conocer de personas que mueren por su Patria; no así, por la democracia.

Dice Cicerón: siempre ha habido, en nuestra Ciudad, dos tipos de hombres; unos los demócratas; otros, los aristócratas. Con mucho sentido, los pueblos necesitan de personas de Estado, esto es, comprometidas profesionalmente con el quehacer administrativo, no así con la afición al Poder, que solo genera componendas y compromisos personales o sectorizados; ese es el nuevo reto de la Ciudad, fortalecer aún mas a las Instituciones garantes de las elecciones, porque al hacerlo, se estará cercando a todo aquello que enrarezca los fines comunes

Ciudad de Monterrey, Nuevo León, noviembre de 2006.

LUIS GERARDO ISLAS GONZÁLEZ/ JUSTO G. IBARRA CASTILLO.
Representantes del Partido Revolucionario Institucional ante la Comisión Estatal Electoral